El dióxido de nitrógeno (NO2) es un subproducto de la quema de hidrocarburos extremadamente tóxico. Las fuentes principales de NO2 son motores de combustión interna (como los motores diésel) y las plantas de energía térmica. Otras fuentes de dióxido de nitrógeno incluyen las refinerías de petróleo y metales, las industrias de fabricación, las plantas de tratamiento de agua residual y las estaciones eléctricas alimentadas con carbón.

El dióxido de nitrógeno es un gas marrón amarillento con un intenso olor áspero y picante característico. Es soluble en agua y al entrar en contacto con ella reacciona y forma ácido nítrico.

La exposición a dosis bajas de este gas puede provocar irritación en los ojos y la garganta, dolor de cabeza, náuseas y pérdida gradual de la fuerza. La exposición a dosis elevadas de NO2 puede causar edema pulmonar (agua en los pulmones) y la muerte.

Debido a los antecedentes anteriormente expuestos, se entiende la importancia de poseer un detector de NO2 o detector de Dióxido de Nitrógeno que permita alertar tempranamente de la presencia de este compuesto en el aire. El detector de NO2 posee tres tipos de alarma, una  alarma de tipo visual, otra alarma de tipo sonoro, y, por último tiene una alarma de tipo vibratorio. con estas tres alarma existe la seguridad que el trabajador estará sobreaviso en caso de alguna exposición al Dióxido de Nitrógeno. Este detector de NO2 posee una alerta temprana a los 2.0 ppm y una alerta a los 4.0 ppm.